Su objetivo principal es predecir y comprender el comportamiento del clima, lo cual es influenciado por diversos factores, como la temperatura, la humedad, la presión atmosférica y la circulación de los vientos.
Para lograr su objetivo, la meteorología emplea diversas herramientas, desde la observación directa de los fenómenos meteorológicos hasta el uso de satélites, radares y otros instrumentos que permiten recopilar y medir información sobre el clima y la atmósfera. Los datos obtenidos se analizan para hacer predicciones y modelos que permiten entender el comportamiento de la atmósfera y del clima en diferentes regiones del mundo.
La meteorología se encarga de estudiar un amplio rango de fenómenos atmosféricos, entre los que se incluyen las precipitaciones (como la lluvia, la nieve y el granizo), las tormentas eléctricas, los huracanes, los tornados, la niebla, la humedad y la temperatura. Estos fenómenos pueden tener un gran impacto en la vida humana y en el medio ambiente, por lo que el estudio de la meteorología es fundamental para comprender y prevenir sus efectos negativos.
Uno de los principales usos de la meteorología es la predicción del tiempo. Los pronósticos meteorológicos se realizan a diferentes plazos, desde corto hasta largo plazo, y se basan en la observación y el análisis de los datos climáticos. Estos pronósticos se aplican en diferentes campos, como la agricultura, la aviación, la navegación y la planificación de actividades al aire libre, entre otros.
Los datos fueron extraídos de: “Meteorology Today” de C. Donald Ahrens; la Organización Meteorológica Mundial (OMM); National Geographic; Scientific American; Nature; Atmosphere; Climate Dynamics; Journal of Climate; AccuWeather; The Weather Channel y Weather Underground.
